lunes, 12 de abril de 2010

Un presidente firme y orgulloso de su nación


Dolor de la hija y del hermano del fallecido presidente Kaczyñski



El pasado sábado 10 de abril de 2010 a las 8:56 hora de la mañana, tuvo lugar en los bosques de Smoleñsk (Rusia) la tragedia aérea que acabó con las vidas del presidente polaco Lech Kaczyñski, con la de su esposa María y otras 94 personalidades del mundo de la política, del clero y del ejército polacos. El presidente Kaczyñski se dirigía con las máximas autoridades de su país para conmemorar el 70 aniversario del asesinato a sangre fría de 22.000 víctimas militares y de la inteligencia polaca a manos de la policía secreta de Stalin en 1940. Esta tragedia tuvo lugar en el bosque de Katyñ, situado a escasos 20km del accidente.

Katyñ es un lugar muy especial y casi sagrado en la historia de Polonia, sobre todo porque durante todos estos años los rusos siempre han negado de manera rotunda y persistente la autoría de la matanza. Por esta razón, las relaciones entre Varsovia y Moscú se han visto enturbiadas, llenas de rencor y a veces de odio y no sólo por la misma matanza sino también por la mentira difundida por las antiguas autoridades soviéticas que señalaban a los alemanes como los verdaderos culpables.
La trágica coincidencia de este accidente ocurrido casi en el mismo sitio ha causado múltiples declaraciones al respeto. Se ha llegado a tal extremo como el opinar que las tierras de Katyñ esconden una maldición porque los muertos aquí esperan el día cuando por fin la verdad salga a la luz.
Todas las víctimas del accidente aéreo son grandes pérdidas pero la figura que resalta por encima de ellas es la del presidente polaco. Hay muchas opiniones sobre el tipo de política que llevaba y son tantas que no se llega a saber si son mensajes de positivismo o más bien peculiaridades negativas.

Se califica a Lech Kaczyñski de presidente ultraconservador, católico, nacionalista y euroescéptico. ¿Pero quién se esconde detrás de esta descripción? Evidentemente en la política interior y exterior el presidente Kaczyñski siempre ha sido muy polémico y también muy criticado por su rígida postura en varios temas. Sus opiniones sobre la homosexualidad y sus rotundas declaraciones de la necesidad de poner fin y cura a todos aquellos que hayan salido del armario no le han proporcionado ni simpatizantes ni seguidores tanto en Polonia como a nivel internacional. Se le veía como a un personaje conservador y oscuro con una visión casi medieval del tema.
También, su ferviente catolicismo no gustaba mucho, ni su permanente oposición en temas relacionados con la Unión Europea, ni la manía que tenía a los rusos. Fue criticado por todo: por su baja estatura, por ser patente y patoso a la hora de vestir y de moverse, por su aparente frialdad en apariciones públicas... Pero realmente ¿ha sido tan mal presidente? ¿Cómo será recordado? y ¿finalmente en qué lugar le pondrá la historia? ¿Qué será de la verdad de la matanza de Katyñ? ¿Siempre será sólo una tierra maldita?
Ya dos días después de la tragedia de Smoleñsk el presidente ruso Medviedev declaraba al canal ruso de habla inglesa "Russia Today" que es evidente y claro que detrás de la tragedia de Katyñ se encuentra el gobierno de Stalin. De este modo, se ha intentado dejar atrás años de silencio y la permanente negativa de llamar los hechos por su nombre en relaciones oficiales. ¿Será por lo tanto Katyñ a partir de ahora tierra de esperanza? Sin duda sería el mejor homenaje al fallecido presidente y también a los pueblos de Rusia y Polonia.
Polonia es una nación que a lo largo de la historia ha sufrido mucho. La historia de este país destaca por una contínua batalla por su independencia política y su libertad. Es el único país del mundo que dejó de existir en la geografía europea durante más de 123 años repartido entre rusos, alemanes y austro-húngaros. Dejó de existir como país pero nunca como nación. Ninguno de los países aliados durante los conflictos bélicos de la historia de Polonia prestó su ayuda en momentos críticos. Por lo tanto, Kaczyñski fue definido como euroescéptico al no fiarse de nadie durante su mandato. En tiempos difíciles, el único bastón de apoyo y un punto de referencia nacional fue siempre y sólo la religión. De este modo, el catolicismo sigue estando muy presente en la historia de este país europeo.
Por esta razón, el presidente Kaczyñski siempre ha intentado defender su pueblo según las lecciones de historia del cual era buen conocedor y apoyándose en la religión. Hay que tener en cuenta que se habla del presidente de una nación europea. No cualquiera es apto para llegar a ocupar el sillón presidencial. Para ello, se requiere una educación impecable, como es el caso de Lech Kaczyñski, catedrático de derecho de varias universidades destacadas de su país. Además, Kaczyñski se caracteriza por un pasado histórico relevante habiendo sido uno de los pilares de Solidarnosc, federación sindical autónoma e independiente y una fuerte tradición familiar.
Los amigos y compañeros de esos tiempos con los que, por cierto, Kaczyñski seguía manteniendo fuertes lazos de amistad, destacan que era un fiel amigo, que se acordaba de todo y cumplía con lo prometido. Su lema "Diós, Honor y Patria" hizo que su patriotismo fuese entendido como la necesidad de explicar al mundo entero el difícil y complicado pasado de su amado país. Y por esta razón exigía para Polonia un lugar destacado en la historia contemporánea de la Unión Europea y del mundo entero. Porque durante la existencia de Polonia ésta siempre ha sido presente en todos los rincones del mundo, siempre cuando alguien necesitaba ayuda y sobre todo si se trataba de la libertad o la independencia.

Cuando una persona pública fallece, existe la intención de hacer un balance final de sus actos en vida. Me pregunto a qué conclusiones del mandato de Kaczyñski se llegará pasado un tiempo y cómo se le recordará. ¿Y de Polonia qué va a ser? De momento la tragedia ha unido la nación polaca. También ha habido palabras llenas de afecto y de sentimiento, auténticas lágrimas y declaraciones como la de Obama: "En estos momentos todos somos polacos". Lo cierto es que la figura del fallecido presidente es entendida quizá mejor ahora que antes. Incluso los que estaban en su contra destacan su gran firmeza en todas las deciciones que tomaba y un enorme orgullo por ser polaco y por ser el presidente de esta nación.

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