martes, 3 de septiembre de 2013

Tres palabras

Muchas veces se nos propone describir algo en tres palabras en las que necesariamente debemos encontrar la síntesis de algo muy extenso.

La capacidad de resumir conceptos en simples palabras es un don que no todo el mundo tiene pero que parece ser muy útil en varios aspectos de la vida. 

Siempre me gusta buscar para encontrar, a pesar de que sea difícil y conlleve sacrificios, pero dicen que la vida son tres días (hay quién dice cuatro) y se debe sacar el máximo provecho de ella. Por ejemplo, la vida misma se describe en tres partes: juventud, madurez y vejez pudiendo añadir una cuarta etapa que forma parte del inicio mismo de la vida, la niñez. El tres en sí es un número muy usado. En una competición, se tienen en cuenta los tres primeros que pasan la meta dándoles una distinción en forma de medalla u otro premio. 


 Tres medallas: oro, plata y bronce


Cuando se busca trabajo, quién no se ha encontrado con la típica pregunta que dice "¿cómo te describirías en tres palabras?". O cuando conoces a alguien "¿cuáles son tus tres libros favoritos? ¿Y tus tres películas? ¿Las tres cosas que te llevarías a una sila desierta?" y acabaría mi frase con los "tres puntos" habiendo muchas más preguntas que incluyen el "tres". Así que el tres está omnipresente, en cualquier etapa de la vida misma. 

Hace, justamente, tres años salió un documental con Pasqual Maragall "bicicleta, cuchara, manzana", tres palabras que debía de recordar y que mucho le cuestan. Parece tan sencillo porque se trata de algo tan básico, tan fácil y tan normal que es esa sencillez la que cuesta. El tres vuelve a estar presente en la "Teoría de los tres mundos", en la "Tercera Revolución Industrial", en la "Doctrina de los tres mundos" de Karl Popper o en las "Tres Leyes" de Isaac Newton. Cuando escribimos un texto lo dividimos en tres partes: introducción, nudo y desenlace. La estructura básica de una sinfonía se divide en tres movimintos: lento, rápido y lento. Así que nos sigue saliendo el mismo número, la misma cantidad, un tres.

Pues bien, hoy 3 de septiembre, si tuviera que decir tres cosas sobre la vida no sabría qué tres palabras escoger. Creo que hay muchos momentos en la vida, muchos más que tres y por ello ahora mismo me guiaría por los que más se adaptan a mi situación actual: decepción, amargura y dificultad. Mañana quizás utilizaría otras como: lucha, ánimos y fuerza. Sólo sé que podría decir mucho más que tres, pero encierro todo lo que quiero decir en mi entrada de blog, artículo o texto (como más te guste) en los límites del tres: reflexiona contigo mismo.



Tres, three, trois, tre, trzy, drei