domingo, 10 de junio de 2012

¿Y está "crisis" cuándo acaba?


Estoy harta de mirar la tele y leer el periódico, sea este en versión impresa u online. Estoy harta porque se habla siempre de lo mismo. Pues bien, esto es lo que hay:


Siempre va todo de mal en peor, se piden préstamos multimillonarios que no sirven para nada porque cada uno los aplica a su merced. Se llega a salvar bancos y se corta el presupuesto de escuelas, universidades, hospitales... ¿Pero esto qué es? ¿Qué es esto de ponerse a ayudar a los que menos lo necesitan y olvidarse de los simples mortales que no pueden jugar su carta gracias a un enchufe suficientemente poderoso como para hacerte llegar a fin de mes? ¿Y qué me decís de la gente joven pluripreparada para realizar un trabajo específico? Ya está bien la verdad... 

Sé de amigos que están llegando a grados de desesperación aguda por culpa de la llamada "crisis". No se trata sólo de un problema económico: la crisis se ha transformado también en una falta de valores humanos, cultura personal y sentido común. Nos hemos vuelto todos locos por querernos hacer ricos a costa de otros más pobres y con menos recursos. Y estos jóvenes han probado de todo: hoy en día no es raro ver a un licenciado en una carrera pija con un "cappuccino" en mano y la cuenta del bar en la otra, reponer litros de leche en un supermercado o vender unas bambas a un turista que huele mal pero que tiene la cartera repleta de fajos de 500€.


Cuadro de valores


Hay empresas u organizaciones de renombre que parece que se rían en tu cara nada más intentas preguntarles por un "posible" trabajo: o bien te proponen unas prácticas infinitas y no remuneradas o bien ni te contestan. Ya puedes estar tranquilo que de los 500 e-mails con mega referencias, currículos estupendos y cartas de motivación redactadas a consciencia te contestaran unos pocos, siempre para que te apuntes a su llamada "base de datos" y te llamen en cuanto tengan necesidad. Sigo convencida de que todo esto debe llegar a su fin. Estoy harta de todo este gran drama en el que nos han metido a los jóvenes por fuerza. Ahora es cuando debemos limpiar la suciedad que han dejado los adultos, esos que todo lo saben. 

No es normal que para lograr un trabajo, ya no te hablo de que sea un trabajazo, digamos uno que te permita mantenerte de forma digna, se deba recurrir a lo imposible: vivir con los padres hasta pasados los treinta y pico sin poder establecerse; irse de vacaciones de Barcelona a Tarragona y de Tarragona a Barcelona a casa de unos amigos que hereditaron la casa de sus tatarabuelos y durante un periodo equivalente al de un fin de semana delgadito; no tener coche porque ¿para qué si con el metro llegas a todas partes y además no te puedes permitir pagar la gasolina? Y muchos más casos así. A todo esto añadimos un tipo de padres que se preocupan demasiado y esta preocupación suya llega a desesperarte todavía más. Se te saltan las lágrimas cada vez que te dan un "consejo" que más que un consejo es una obligación que te pesa como la espada de Dámocles y que si no te lo tomas en plan serio te pesa cada vez más y te sientes un inútil multiplicado por cinco. Pero es que no todos entendemos que hay cosas y situaciones que no dependen de nosotros mismos, que por muy buenos hijos que seamos no podemos ir con una pistola por la calle y hecharnos a disparar cada vez que encontremos un imbécil que finja querer ayudarnos y luego pase de nosotros. 

No obstante todo este enojo dicen que la esperanza es la última en perderse, que de cada cosa mala se saca una buena y que todo lo malo tiene fecha de caducidad. Pues bien, espero que la gente que tenga cierto poder en sus manos deje de emplearlo a fines personales y se ponga a pensar en los demás, en esos que no tenemos enchufes pero sí preparación, educación, currículo y muchas, muchas ganas de poner en práctica los conocimientos adquiridos. Me encantaría no volver a oír más la frase de "cuando yo tenía tu edad todo iba mejor encaminado" porque no me gusta. Porque los jóvenes de hoy en día valemos más que los de hace 20, 30, 40 años. Porque estamos mucho mejor preparados, ¿dime tú qué joven de hace 40 años podía imaginarse que un día llevaría un móvil o tendría un iPod? Pues bien, los jóvenes de ahora sabemos utilizar internet explorer, mozilla firefox, safari, google chrome y miles y miles de buscadores más. Conocemos todo el paquete Microsoft office y por si fuera poco también el de open office. Sabemos utilizar un nokia, un samsung, un iPhone, un LG, ¡vamos de todo! Tenemos experiencia en el extranjero por los erasmus, baby-sitting, prácticas, vacaciones en escuelas de lenguas internacionales y demás. ¿Dime tú qué joven de hace 20 años hizo un erasmus? Pues no te desesperes y saca el cargador de la batería de tu paciencia y espera a que vuelva a estar al máximo. No te desesperes porque esto es lo que ellos quieren que hagas. Sigue, lucha y saca fuerzas de dónde sea. Yo, el, ella, vosotros estamos todos en la misma situación pero seguimos con la cabeza bien alta y hacia adelante. ¡Ponle la quinta y borra todo lo malo que te ha pasado hasta ahora!